Esta cuarta encarnación es de lo más curiosa. Parece que quiere cerrar todos los cabos sueltos con su pasado antes de afrontar el futuro. Y puede que ahora ya haya logrado cerrar uno que, si no es el final, si es el último de los más importantes.
Anoche asistí al primer Anti-Karaoke celebrado en la Sala Apolo 2, donde se quedará a partir de ahora (pedazo sistema de sonido y pedazo escenario). Fue una experiencia agridulce. Por un lado me lo pasé bien y me reencontré con muchos de mis colegas, a los cuales considero la élite del frikismo (y sí, es un elogio). Además también entregué mi regalo de "antiamigo invisible" y yo recibí otro (no revelaré nombres. O estabas ahí esa noche, o calla para siempre... :OP), una taza de cerámica muy maja con dibujos orientales de una geisha.
Pero por otro lado... fue muy duro aguantar las ganas de pedir una canción, y tener que responder a la casi docena de personas que me preguntaron si cantaría esa noche que, sencillamente, no podía. Todo el mundo me dio su apoyo y me hicieron sentir como un flan. Gente, de todo corazón: muchas gracias, sois la caña.
¿O debería decir "de todos corazones"? Porque uno de los regalos que ha caído para reyes sólo puede calificarse de...
... ¡brillante! :O)
En fin. Llamadme megafriki sin remedio, pero cuando salía del Apolo, tenía una melodía sonando en mi cabeza que describía perfectamente mi estado de ánimo. Es esta:
(y sí, es del Doctor)
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2 comentarios:
Entonces... no me está quedando claro si vuelves a ir al AK o no, o vas pero no cantas o ke!
Fdo.: un asistente al AK curioso
Puede que vaya de vez en cuando, una vez cada mes/mes y medio o así, pero sólo para ver el show. Es prácticamente imposible que alguna vez vuelva a cantar ahí.
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