La Importancia de Tener 20 Dedos

Modo Fallen ON
Voy a contaros la historia del día en que casi pierdo la mano derecha.
Modo Fallen OFF

Hace un tiempo dije que prefería no hablar de mi trabajo porque lo consideraba demasiado monótono. Hasta ayer, esta afirmación era totalmente cierta.

Anoche me tocaba turno de trabajo en los talleres de CREA, que es donde se imprime La Vanguardia y El Mundo Deportivo. En los últimos meses me han colocado siempre en los muelles de este último, lo cual agradezco bastante porque es el puesto más tranquilo y llevadero (principalmente porque los paquetes son más pequeños).

Al inicio de la noche, los primeros paquetes que vienen por la cinta salen siempre por el muelle de emergencia (dicho sea de paso: tal como su nombre indica, sólo debería ser usado en muy contadas ocasiones, pero se utiliza cada noche por costumbre), y hay que colocarlos en unos palés (el primero, más pequeño, en base 7 y los demás en base 10) que irán a Lleida, Tarragona, Girona y el aeropuerto. Ahí siempre trabajo con algún compañero para que no se acumulen paquetes en la cinta. Normalmente, estos llegan a un ritmo razonable en el que, como mucho, se cae alguno a la cinta de La Vanguardia, que pasa por debajo (no hay problema, porque los podemos recuperar).

Pues bien: anoche llegaron tantos de golpe y sin ningún tipo de separación, que la fuerza de la cinta hizo que se formara un atasco descomunal. Tanto que, al intentar sacar paquetes y tirarlos al suelo para solucionar el problema, mi mano quedó atascada entre dos paquetes. Y aquí viene la parte en la que me acojoné como pocas veces en mi vida: un paquete atascado en el tope del final se enganchó con el borde de la cinta y esta empezó a partirse. Tratad de imaginar lo que sentí cuando vi que empezaban a volar por los aires cachos enteros de la cinta, que no podía sacar mi mano y que, como alguien no parase aquello con el botón de emergencia, lo siguiente que saldría volando sería mi mano derecha.

Afortunadamente conseguí sacar mi mano (no precisamente con poco esfuerzo) casi al mismo tiempo en que alguien logró detener la cinta. Pero para que veais que no exagero, hice fotos del estado en que quedó...

Se puede ver claramente el tope metálico donde empezó el jaleo (y donde me atasqué yo). La cinta da luego esa vuelta hacia arriba para regresar al piso superior, que es de donde vienen los paquetes.

Un detalle del estado en que quedó la cinta. Sin embargo, ahí aún se ven segmentos enteros. En la siguiente foto...

... se puede ver el montón de cachos que se partieron y salieron volando. Ahí podía haber estado también mi mano.

Menos mal que llevaba puestos los guantes. Cuando me los quité, vi que tenía la mano roja y con la piel levantada. Me estremezco al pensar en qué estado habría quedado de haber hecho caso a los veteranos y NO habérmelos puesto. Afortunadamente, pudieron reparar el desastre en un tiempo record: poco más de 30 minutos.

Y la ironía de todo esto es que, a partir de la semana que viene, El Mundo Deportivo lo tirarán desde la Zona Franca. O sea, como decían en El Último Gran Héroe, le quedaban 3 días para jubilarse.

Esta noche vuelvo a trabajar. Acojonado, pero vuelvo. Qué remedio...

Me viene a la mente una canción de A Palo Seko... ¿por qué será?