Luthierancias II - El Rey Enamorado

Esta fue una de las primeras obras de Les Luthiers que llegó hasta mí. El monólogo inicial no es de lo mejor de ellos, pero sirve de excusa para que conozcáis al Luthier que se fue del grupo en 1986: Ernesto Acher.

Eso si, la canción final es apoteósica. :O)

Obra: El Rey Enamorado
Subtítulo: Fragmento de Drama
Compositor: William Shakehands
Espectáculo: Les Luthiers Hacen Muchas Gracias de Nada
Año de estreno: 1979
Año de esta versión: 1980
Instrumentos informales: ninguno



Luthierancias anteriores:
1: Encuentro en el Restaurante

Retro Days V - Secret Agent

Título: Secret Agent Mission One: The Hunt for Red Rock Rover
Género: Plataformas
Desarrollador: Apogee
Año: 1992

El gran agente 006 tiene la peligrosa misión de recuperar los planos robados de un peligroso "láser" (lo siento, las comillas eran demasiado tentadoras), destruyendo todas las bases que la Diabolical Villain Society (DVS) tiene en una isla. Para ello, debe abrirse paso a tiros y sortear todos los sistemas de seguridad hasta llegar a la salida, volando la puerta de cada base con un poquitín de dinamita. Esto sí que es salir del edificio y no lo que hacía Elvis...

Por si no ha quedado claro, Secret Agent era un juego shareware muy de su época: argumento mínimo y chorras del que te enterabas con suerte, sonido reducido a memorables interferencias del speaker (en serio, me marcaron), música inexistente, gráficos adorablemente pixelados (no puedo creer que esté escribiendo esto)... y la marca de la casa Apogee: adicción. Mucha. Demasiada. Incluso con algo a medio camino entre el sadismo y la necrofilia: recoger las tumbas de tus enemigos da más puntos que reventarlas. Pa cagalse.

Cada fortaleza (o sea, cada nivel) está repleto de objetos a recoger. Algunos sólo dan puntos, como las letras S, P e Y (en ese orden dan más puntos), la pasta de dientes (si, en serio), las banderas o los microchips, entre otros. Pero también los hay más útiles (y casi diría necesarios), como las balas (a eso me refería), las llaves, los disquettes y, por supuesto, la dinamita. Sobre esto último hay que recordar lo que he dicho antes sobre el sonido, ya que se producen situaciones realmente surrealistas: el ruido que hace la mecha al arder es exactamente el mismo que el de la dinamita al explotar. Ciertamente, la suspensión de incredulidad encontró su paraíso en la era Apogee.

El juego tenía una dificultad relativamente baja. Lo único que mosqueaba bastante era el hecho de que un solo error equivalía a empezar el nivel entero desde el principio. Una putada sobretodo en las fortalezas más laberínticas, pero... ¡hey! ¿Quién quiere juegos en los que te lo dan todo mascadito? (er... muchos, por lo que parece)

Las otras dos misiones (de pago) eran Kill King Island y Dr. No Body, ambas siguiendo el mismo esquema de la primera, por supuesto.

Retro Days anteriores:
1: Jazz Jackrabbit
2: ¿Dónde Está Carmen Sandiego? ¡Búscala en el Espacio!
3: EcoQuest: The Search for Cetus
4: Jill of the Jungle

Madrid, Acto 3

Pues nada, mañana vuelvo a la capital fespañola para asistir, una vez más, al Anti-Karaoke que ahí se celebra una vez al mes. Tal como dije hace poco, en principio no iba a poder ir en esta ocasión, pero digamos simplemente que un par de colegas cuya timidez les impide revelar su identidad (pero a los cuales, por supuesto, les estoy muy agradecido), me han facilitado el tema. :O)

Allá voy. Por tercera vez. A por todas.

Sólo hay una cosa que pueda decirse en un momento así:


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Lo siento, era una tentación...

Ha costado, pero...

... después de casi tres años de existencia (y de insistencia), este blog llega al post nº 100. Sí, vale, me he colgado bastante. Confío en llegar a los 200 en menos tiempo.

He estado revisando posts antiguos, y yo mismo no soy capaz de responder a una pregunta básica: ¿de qué puñetas va este blog? Ni idea, oiga. Lo mismo hablo de cine, como de Les Luthiers, videojuegos, política (recurso casi infalible para desatar una tormenta de comments), música, comics, proyectos bizarros o, por supuesto, del Anti-Karaoke. Los blogs monotemáticos son demasiado aburridos, ¿no creéis? ;O)

Bueno, pues ya está. Gracias por seguir ahí a estas alturas, y todo eso...





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Es verdad. Ha quedado muy soso.

Pues nada, vamos a embellecerlo con uno de mis videoclips favoritos de toda la vida: Land of Confusion, de Genesis.

Pues ahora sí. Hala, hasta el próximo post.



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Jo, qué pesados...

Vale, el video mola pero igual está bastante desfasado. Así que aquí va la espectacular versión de Disturbed, con un video dirigido por el mismísimo Todd McFarlane (aunque a juzgar por el número de dientes y su tamaño, casi parece de Rob Liefeld):


Ahora sí. Buenos días, buenas tardes y buenas noches. ^__^

Rabiosa Actualidad

Hace ya unos cuantos años que tengo esta viñeta de Jose Luis Martín colgada en la pared de mi habitación, justo al lado del ordenador.

No sé a vosotros, pero a mí me parece increíble lo vigente que aún es hoy en día. Ah no, por nada en especial...

Luthierancias I - Encuentro en el Restaurante

Tengo el inmenso placer de inaugurar otra serie de posts, con la que estoy seguro de que muchos visitantes van a reir a gusto. Se trata de un tributo a mis argentinos favoritos: Les Luthiers. Cada x tiempo iré seleccionando videos de algunos de sus mejores montajes, incluyendo el título completo, el subtítulo, el nombre de su compositor imaginario, el espectáculo donde fue incluído y tanto la fecha de estreno como el año en que fue grabada dicha versión. Ah, y la lista de instrumentos informales que aparecen en dicha obra, claro. :O)

Y quiero empezar con una de las obras de estos genios que más me han hecho reir. Una auténtica delicatessen... literalmente.

Obra: Encuentro en el Restaurante
Subtítulo: Rapsodia Gastronómica
Compositor: Lajos Himrenhazy
Espectáculo: Grandes Hitos (Antología)
Año de estreno: 1987
Año de esta versión: 1995
Instrumentos informales: Latín (o Violín de Lata)