31.12.10

El Año del Volcán


El Año del Volcán. Hace ya bastante tiempo que se me ocurrió ese título, y siempre he pensado que sería genial para una novela o algo parecido. El problema, y esto es algo que me sucede muy a menudo, es que nunca he imaginado una historia que estuviera a la altura del mismo. Quizá llegue algún día. Quizá no.

Mientras tanto, ese título le va que ni pintado a mi último post en El Vórtice de 2010. Como seguramente recordaréis, a principios de año un volcán islandés de nombre impronunciable tuvo a media Europa colapsada, ya que la nube de cenizas que expulsó amenazaba con cargarse los motores de los aviones. Una vez más, mami naturaleza volvió a recordarnos quién manda aquí al hacernos un "¡Zas! ¡En toda la boca!".

Es una perfecta metáfora de lo que me ha ocurrido este año con mi banda Mars Express. Horarios incompatibles que se complicaban cada vez más, miembros que entraban y salían como si tuviéramos instalada una puerta giratoria (gracias por la sugerencia, Marcos), dificultades para instalarse en Barcelona, e incluso un susto de los gordos: hace un par de meses, el Señor D (ahora ex-guitarrista rítmico de la banda) pilló Salmonelosis y aún no se ha recuperado del todo. Todos estos problemas (y más) han formado una "nube de cenizas" que nos ha impedido ensayar como queríamos.

La buena noticia es que hace sólo 2 días me reuní con los otros dos miembros actuales de la banda (estamos buscando bajista), y tenemos muchas ganas de seguir adelante. Tanto que, de hecho, este mismo lunes retomaremos los ensayos.

La metáfora del volcán también es válida para el resto del mundo, que en 2010 se ha sacudido como una nube piroclástica en plena ebullición. Terremotos, huracanes, las mismas guerras de siempre y, por supuesto, la sempiterna crisis económica mundial, son sólo la punta del iceberg de las calamidades de este año. Hemos tenido también que lamentar la pérdida de leyendas como Dio, Dennis Hopper, Leslie Nielsen, Irvin Kershner o ayer mismo a Bobby Farrell (cantante de Boney M), entre muchísimos otros.

Podríamos decir que estamos en el borde del cráter del volcán y que sólo falta que alguien nos diga que demos un paso adelante. Pero quizá sea tan sencillo como girar 180º y dar tranquilamente ese mismo paso en la dirección contraria (a menos que el volcán esté a punto de estallar, en cuyo caso... ¡corred, insensatos!). 2010 ha sido un año jodido, en eso creo que estamos todos de acuerdo. Y sin embargo, tengo la extraña sensación de que ha sido un periodo especial para prepararnos a todos por lo que está por venir.

Ojo, lo digo en el buen sentido. Creo que 2011 será, cuanto menos, interesante. Vayamos a por él. Con un par.

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