18.3.10

Love Never Dies


En 1986 se estrenó The Phantom of the Opera, la obra maestra de Sir Andrew Lloyd Webber y considerada uno de los mejores y más exitosos musicales de todos los tiempos. Es una historia mundialmente conocida, adaptada (con ciertos cambios) a partir de la novela del mismo título de Gastón Leroux. Algunas de sus canciones se cuentan entre las más conocidas y universales que existen, y es que prácticamente no hay una sola melodía en este musical que no sea pegadiza.


Ahora, en 2010, el bueno de Andrew (que no ha dejado nunca de crear, componer y producir otras obras) ha estrenado Love Never Dies, la continuación directa de ese legendario musical. Ambientada en Coney Island diez años después de la obra original, la historia trata sobre qué ha estado haciendo y cómo ha vivido el Fantasma durante todos esos años, y sobre el hecho de que nunca ha sido capaz de olvidar a su amada Christine, ahora una soprano mundialmente famosa casada con Raoul y madre de un niño, Gustave.


En aquella época, Coney Island era EL parque de atracciones en mayúsculas. En ningún otro lugar del mundo podían encontrarse atracciones mecánicas tan insólitas ni semejante colección de "freaks" (de los de verdad, los auténticos). Tiene, pues, mucho sentido que el Fantasma decidiera irse a vivir ahí (junto con Madame Giry y su hija Meg), siendo él mismo un freak y un genio de la mecánica (recordemos todo lo que había construído en los sótanos de la ópera de París). Pero su amor por Christine continúa ahí, más fuerte que nunca, y ansía volver a verla cantar. Por ese motivo y bajo un falso nombre, la invita a cantar en su nueva gran atracción, bautizada como Phantasma (no, la sutileza nunca ha sido el fuerte de este hombre).


Y a partir de ahí no puedo contar más sin empezar a soltar spoilers de los gordos. Así que me centraré en la música. Había leído opiniones de todos los tipos imaginables y no estaba muy seguro de si me gustaría. Pero ahora he escuchado ya el doble CD con todas las canciones (y diálogos) del musical, y mi opinión se puede resumir en lo siguiente:

Me ha encantado.

En serio, es muy, muy, pero que muy bueno. Tal vez no tenga tantas melodías pegadizas como la original, pero por lo menos 6 ó 7 (el doble CD contiene 32 pistas, de las cuales unas cuantas son diálogos o reprises de otras canciones) lo son y mucho. Eso sí, y que quede bien claro: no suenan a ópera. El ambiente de esta historia es muy distinto al de la original, y la música tiene un aire mucho más cinematográfico, como si fuera una banda sonora. Las voces, especialmente las de los protagonistas (Ramin Karimloo como el Fantasma y Sierra Bogges como Christine) son alucinantes, especialmente en la épica pero al mismo tiempo nostálgica Til I Hear You Sing (Fantasma), la conmovedora Love Never Dies (Christine) y la dura y poderosa Beneath a Moonless Sky (ambos).


Otros temas geniales son la overtura instrumental (Coney Island Waltz), un precioso tema cantado por Christine y su hijo Gustave (Look With Your Heart), un extrañamente moderno tema (aunque encaja bien) cantado por Gustave y el Fantasma (The Beauty Underneath), y dos divertidas canciones interpretadas por Meg (Only For You/Only For Him y Bathing Beauty).

Tardará un tiempo, pero creo que Love Never Dies acabará siendo tan aceptada como la obra original. Se nota mucho esfuerzo puesto en la música por parte de Andrew Lloyd Webber, y los actores (al menos en este montaje inicial) lo dan absolutamente todo. Por todas las fotos y videos que he visto, el aspecto visual tampoco se queda atrás. Es muy posible que lo único que no convenza a muchos fans sea el final (que por supuesto no voy a revelar), pero nadie podrá negar nunca su enorme impacto dramático.


Lo dicho, que me ha encantado aunque no sea perfecto. Y por eso le doy un 9 sobre 10.

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