Avatar

Suele ocurrir (y lo sé por experiencia propia) que cuando se estrena una película que uno lleva mucho tiempo esperando que llegue, al final decepcione. Posiblemente porque las expectativas se hayan puesto demasiado altas. Afortunadamente y en mi modesta opinión, ese no ha sido el caso de Avatar.


James Cameron lo ha vuelto a hacer. Ha necesitado 14 años, pero lo ha conseguido. Cada película que rueda este hombre se convierte en un clásico instantáneo (y sí, para mí Mentiras Arriesgadas lo es), presentando casi siempre nuevos y espectaculares avances técnicos al servicio de una historia interesante. Si Spielberg es el Rey Midas de Hollywood, Cameron es el David Copperfield. Pura magia cinematográfica.

He mencionado que la historia es interesante. Lo es hasta cierto punto, ya que no deja de ser una especie de Pocahontas en versión ci-fi con un gran énfasis en el tema ecológico, aunque la forma en que está contada (que al final es lo realmente importante) te atrapa de principio a fin. De todos modos y siendo sinceros, todos sabemos lo que realmente destaca en esta película: los revolucionarios efectos especiales, que vistos en 3D brillan en toda su gloria.

Han conseguido que Gollum parezca un pegote pixelizado comparado con los Na'Vi, los indígenas de la luna Pandora. Son criaturas vivas, que respiran y sienten como si fueran de verdad. De hecho, en algunas escenas parecen incluso más reales que los actores de carne y hueso, pese a lo absurdo que eso pueda parecer. Y es que realmente, todos los Na'Vi están interpretados por actores a los que se les ha aplicado una especie de "piel digital", conservando todos los gestos, movimientos y pequeños matices que puedan sacarse de una actuación. Pero es más que eso: mucha gente desconoce que toda la selva y todos los animales que aparecen son también creaciones digitales. El nivel de realismo es brutal, consiguiendo que en la versión 3D (con un nuevo sistema ultra-perfeccionado que evita mareos) uno tenga la sensación de estar realmente en Pandora, hablando, volando y luchando (alucinante batalla final) con los personajes que lo habitan.

El nivel de actuaciones es también muy correcto. Mención especial para Zoe Saldana, que interpreta magistralmente a una nativa llamada Neytiri (para entendernos, la Pocahontas de esta versión) y que es, en mi modesta opinión, el mejor personaje de la película, tanto a nivel de actuación como visual. Es la belleza personificada. Imposible no enamorarse de ella.

Podría extenderme más, pero no vale la pena. Id a verla y cuanto antes. Y a poder ser (aunque no es requisito) en 3D. Avatar es más que una película. Es un regalo para los sentidos.