4.5.09

Star Trek



Efectivamente, ha caído otro pase de prensa.

Lo primero de todo: aunque soy fan de Star Trek, no soy trekkie. Para merecer ser llamado así, tendría que haber visto, además de todas las películas, todas las series, y nunca he visto ni Deep Space Nine ni Voyager (aunque por otra parte, según me cuentan, tampoco me he perdido gran cosa).

Dicho esto, creo poder afirmar sin miedo que estamos ante una de las mejores películas de Star Trek que se han rodado nunca. J. J. Abrams sabe lo que hace y sabe lo que los fans quieren ver, así que nos brinda un espectáculo en mayúsculas capaz de convencer desde a cualquier espectador casual que no haya visto nunca ninguna película o episodio, hasta al trekkie más radical. Aunque, por supuesto, estos últimos disfrutarán mucho más de los abundantes guiños que aparecen en la historia. Un ejemplo bastante evidente de esto para cualquiera que haya visto Star Trek II (La Ira de Khan), es la prueba del Kowayashi Maru a la que someten a Kirk, una simulación de combate en la que teóricamente es imposible vencer... pero él lo consigue (si dijera cómo, sería un peazo spoiler para cualquiera que no haya visto ninguna de las dos películas).


Centrándonos en la historia, se trata a todas luces de un relanzamiento del universo Star Trek, adaptado a los nuevos tiempos. Realmente la acción se inicia en la continuidad actual, pero cuando una gigantesca nave romulana viaja al pasado (explicarlo sería otro peazo spoiler) junto con alguien más (ídem), la línea temporal se rompe, creándose un universo alternativo en el que muchas cosas van a cambiar (algunas catastróficamente), y muchos de los personajes de la serie clásica de Star Trek se conocerán en circunstancias nuevas.

Y sobre los personajes quería hablar yo. Porque si algo es loable en esta película, es el nivelazo de TODOS los actores jóvenes caracterizados como los personajes clásicos (tal vez el único que no acabo de reconocer es a Chekov, pero es más un problema de apariencia que de actuación). Tenía miedo de que Kirk fuera el típico chulito rebelde insufrible al que le darías de leches hasta que dejara de hacer el capullo, y realmente lo es... durante unos 10 minutos de película (correcto, es el momento en que le dan de hostias hasta en el carnet de la federación). A partir de este punto, Kirk MOLA en mayúsculas, así como el impresionante joven Spock encarnado por Zachary -Sylar- Quinto, en conflicto constante entre su lado humano y su lado vulcaniano. A destacar también la escultural Zoe Saldana como Uhura, cuyos sentimientos hacia un personaje (lo siento, otro mega-spoiler) harán que muchos trekkies se queden con los ojos como platos. La primera aparición de Bones es bastante divertida, así como muchas de sus frases posteriores (en sintonía con el Bones clásico), pero quien se lleva la palma es curiosamente el personaje que más tarda en aparecer: Scotty. Simplemente GENIAL en todas y cada una de sus apariciones. Como nota final en este apartado, el capitán Pike me ha parecido un personaje bastante entrañable, a pesar de las pocas escenas que protagoniza.

Visualmente la película no tiene ninguna pega. Esta es la era ideal para relanzar Star Trek con dignidad y con todos los medios necesarios para que el resultado sea una aventura trepidante, sorprendente y nostálgica a partes iguales. La banda sonora, compuesta por Michael Giacchino (habitual de Abrams), presenta un nuevo y espectacular tema principal, que a pesar de ser muy distinto de todos los que se han podido escuchar en "generaciones" anteriores, es extremadamente pegadizo (en el viaje de vuelta a casa no me lo podía quitar de la cabeza). Eso sí, como regalo a los fans más veteranos, los créditos finales incluyen una nueva versión orquestral del tema de la serie original de Star Trek (mezclado en algunos momentos con el de The Next Generation).

A decir verdad, casi todo en esta película está llevado con mucha maestría. ¿Por qué entonces le pongo un 9 y no un 10? Porque hay pequeños detalles que impiden que llegue a la puntuación perfecta (que por otra parte, se podría argumentar que no existe). Para empezar, aunque el guión es bastante sólido, la forma en que los jóvenes pasan a ser miembros de la tripulación y el encuentro de Kirk con cierto personaje que también ha venido desde el futuro, son dos escenas bastante cogidas por los pelos. Eso le resta medio punto. El otro medio se lo quita el Hollywood moderno, que de alguna manera obliga a todas las escenas de acción de hoy en día a resultar mareantes, en lugar de emocionantes (aunque afortunadamente no llega a los niveles extremos de Michael Bay).

Star Trek (así, a secas, sin subtítulo que valga) es una película con más virtudes que defectos. Vale la pena verla, tanto si eres trekkie como si no. El espectáculo está garantizado, así que simplemente dejad que Kirk, Spock y compañía os lleven, de nuevo, hasta donde ningún hombre ha llegado antes...

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